domingo, 25 de marzo de 2012

Bianca

Bianca es la ruana naranja de una tía y su mamá. Nació en 2002 (no sé la fecha exacta) así que tiene entre 9 y 10 años.
Esta señorita llegó a los 2 años de edad a la vida de mi tía y mi abuela. Era realmente maleducada y algo agresiva.
Sus principales víctimas eran las zapatillas de levantarse de mi tía. Quitárselas era todo un desafío... Bianca gruñía y se enojaba.
Sin embargo, al poco tiempo, todo cambió y Bianca se convirtió en una señorita muy educada, cariñosa y dócil.
Educada... a veces. Cuando ve gallinas se vuelve loca, y su instinto cazador de Cocker spaniel inglés se activa inmediatamente. A su edad, sigue odiando a las gallinas. En las vacaciones de verano del año 2010, al parecer mató a una. Valientemente se metió dentro de las zarzamoras y al parecer le dio un mordisco.

Bianca ama viajar en el auto. Se mete en su rincón del asiento trasero por el lado izquierdo, a los pies, y va de lo más tranquila. Ya ni siquiera es necesario darle Pacifor (un tranquilizante). Ella sólo con ver los preparativos de viaje corre y se sube al auto. Cuando alguien va en los asientos de atrás, mira con cara de por-favor-dame-de-lo-que-vas-comiendo.

Su llanto tiene un volumen estratosférico. Todas las mañanas aúlla frente a la puerta del dormitorio de mi abuela. Mi tía le abre la puerta y Bianca corre a acostarse bajo la cama.

Bianca también tiene su lado cobarde. Alambrita, una gata de otra tía, tuvo una camada de tres gatitos, en el verano del año pasado. Yo llegué cuando los gatitos tenían aproximadamente dos días. La gata tenía la costumbre de guardar los gatitos en lugares algo apartados, como closets. En muchas oportunidades tuve que rescatar a los gatitos de sus prisiones y ponerlos donde correspondía: en la caja donde dormían con su mamá.
Alambrita no tenía ningún problema con que algún humano se acercara a su camada. Sin embargo, un día Bianca se acercó a cuatro metros de la caja de los gatitos... y Alambrita se le tiró encima, a rasguñarla. La pobre Bianca dio un aullido... la consolé, mientras echaba a la gata. Me gusta mucho esa gatita, y entiendo su instinto maternal, pero me dio lástima ver a la pobre Bianca, quien no hizo nada para defenderse.

Aquí unas fotos de Alambrita y su camada (mi tía se quedó con Alambrita y la gatita blanco con café):

 La gata es de lo más cariñosa con los humanos. Le encanta que la acaricien y que estén con ella. Pero con los perros...

Y aquí dos fotos de Bianca. Ustedes se preguntarán por qué se ve tan rara y parece de otra raza. Aquí la explicación: el peluquero/a no tiene idea de arreglo de Cocker inglés. Y no sólo pasa en Santiago, donde vive Bianca, si no que también pasa en otros lugares. Hace unos días vi en la ciudad donde vivo a un Cocker muy parecido a Bianca, con ese mismo corte nefasto... con máquina todo el cuerpo, incluidas las orejas, excepto la parte superior de la cabeza, donde le dejaron, un ridículo mechón que me hace pensar en que los peluqueros sólo saben cortarle el pelo a Poodles. Como conclusión: yo y sólo yo le cortaré el pelo a Maia. En Cockeringlés.org hay un manual muy bueno para el corte del Cocker spaniel inglés. No quiero que Maia parezca un Cockapoo (Cocker spaniel inglés o americano+Poodle).
Además, aquí Bianca ya llevaba varios días sin su corte de pelo, así que estaba francamente desarreglada... espero ir pronto a visitar a mi tía y tomarle más fotos a Bianca, más bonitas.


Actualización 16 de Febrero de 2013:
En Septiembre de 2012 viajamos con mi familia al sur, durante Fiestas patrias. Vi por primera vez a Bianca con mis ojos de conocedora de la raza Cocker spaniel inglés, y me di cuenta de que esta peludita es mezcla de Cocker spaniel inglés con Cocker spaniel americano. Actualmente Bianca está casi tan activa como siempre, aunque tiene cataratas (no muy graves). Le encanta comer, como siempre, y sigue con su pollo, desesperándose cuando no lo encuentra.

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